MARTELLA, MARCO
El ser humano mantiene, desde siempre, una estrecha relación con eljardín. Espacio cerrado y a la vez abierto al territorio que lo rodea, el jardín nos brinda la posibilidad de tomar distancia respecto a los modelos políticos y existenciales dominantes y de vislumbrar otrasmaneras de estar en el mundo. Como dice Hölderlin, puede queactualmente los jardines existan para recordarnos que en otro tiempohabitábamos laTierra de una forma más poética o para rescatarnos de la soledad en la que nos ha sumido nuestra fe en el progreso y la tecnología. Elcamino de vuelta al jardín es también el reencuentro con nosotrosmismos, con el jardinero y el poeta que resiste a pesar de lacreciente desnaturalización de nuestro entorno.En estas páginas, pasearemos por algunos de los más célebres del mundo Bomarzo y Ninfa en Italia, Versalles y Vallée-aux- Loups en Francia,Sissinghurst en Inglaterra, pero también por rincones más recónditos y discretos. A través de estos espacios, de las correspondencias entrepoesía y naturaleza que exploraron sus creadores poetas como PhilippeJaccottet, Chateaubriand, Hermann Hesse o Vita Sackvill