AMY WEBB
Nos gusta pensar que el futuro depende de nosotros mismos, pero larealidad es distinta: la Inteligencia artificial es la mano invisibleque mueve los hilos de nuestra vida. Su potencial es ilimitado y,puesto al servicio de un bien común, nos permitiría encontrar lasolución a los mayores desafíos de nuestro siglo. Pero ¿qué ocurrecuando ese poder recae en un pequeño grupo de personas?
Nuestro destino está hoy en manos de nueve grandes empresasde Estados Unidos y China. Por un lado, Amazon, Google, Apple, IBM,Microsoft y Facebook, que tienen grandes ideas sobre cómo resolver los mayores desafíos de la humanidad, pero que obedecen órdenes de susaccionistas. Por el otro, las empresas Baidu, Alibaba y Tencent cuyasacciones van ligadas al partido comunista chino. Y, en medio,nosotros. Las fuerzas externas que ejercen presión sobre esos nuevegigantes de tecnológicos conspiran en favor de sus propios intereseseconómicos y políticos. El daño causado puede ser irreversible
Más que un grito a la insurrección ante el peligro, Amy Webbpropone una estrategia concreta para invertir la tenden